Este sábado, a eso de las ocho menos diez de la mañana, el tráfico en la autopista de Llucmajor se convirtió en un auténtico desastre. Un camión cisterna que transportaba 6.000 litros de gasoil volcó tras una avería en sus ruedas traseras, dejando a miles de conductores atrapados como si fueran ratones en una trampa.
La situación se torna crítica
El conductor, que por fortuna solo sufrió heridas leves y logró salir del vehículo por su propio pie, perdió el control del camión cerca del kilómetro 4,2 de la MA-19, justo en la salida hacia El Molinar y Ciutat Jardí. Mientras los equipos de emergencias luchaban para controlar la situación, el camión dejó escapar unos 100 litros de combustible al asfalto. Esta escena caótica mantuvo a los servicios técnicos ocupados durante más de cinco horas intentando limpiar el desastre.
Las colas se hicieron kilométricas y muchos conductores no tuvieron más remedio que buscar rutas alternativas hacia Palma. Algunos intentaron sortear la congestión pasando por Can Pastilla y el Coll d’en Rabassa, pero eso no les ahorró tiempo ni frustraciones; algunos aseguraron haber tardado hasta hora y media desde Arenal hasta Palma. Además, hubo voces críticas entre los atrapados que cuestionaban por qué no se activaron los sistemas de alerta para evitar tal saturación vehicular.
Finalmente, después de tanta espera y molestias, alrededor de las 13:15 horas, la MA-19 pudo reabrirse al tráfico. Aunque el caos ya había hecho mella en muchos que solo querían llegar a sus trabajos sin contratiempos. En medio del tumulto, tres coches de la Guardia Civil y varias motos de la Policía Local estaban allí para gestionar lo que quedaba del desastre.