La tarde del jueves, un suceso inesperado tuvo lugar en un hotel de Peguera, donde un niño pequeño se llevó la peor parte tras atravesar la cristalera del establecimiento. Los testigos, aún con el sobresalto en el cuerpo, describen el momento como angustioso. El pequeño sufrió cortes de diversa consideración, lo que generó una rápida movilización de los servicios de emergencia.
De inmediato, ambulancias llegaron al lugar y trasladaron al niño al Hospital de Son Espases. Afortunadamente, su estado es estable y está siendo observado por los médicos. Sin embargo, no podemos evitar preguntarnos: ¿cómo es posible que algo así suceda?
Un llamado a la responsabilidad
Las autoridades locales han comenzado a investigar si hubo algún tipo de incumplimiento relacionado con las señalizaciones obligatorias del edificio. Según el Ajuntament de Calvià, esto podría ser clave para entender cómo se produjo el accidente. Este tipo de incidentes nos hacen reflexionar sobre la seguridad en espacios públicos y la importancia de mantener medidas adecuadas para prevenir desgracias.
A medida que pasan las horas, el incidente nos deja un sabor amargo; porque detrás de cada herida hay una historia, una familia preocupada y una comunidad que debe cuestionarse si realmente estamos haciendo lo suficiente para proteger a nuestros más pequeños.