Cuando María vio entrar a Borja y a Josep, los agentes de la Guardia Civil que le habían salvado la vida, no pudo contener su emoción. «Me salvaron, me salvaron la vida», repetía con una gratitud inmensa que llenaba el ambiente. Y es que su intervención fue nada menos que crucial para que hoy ella pudiera contar su historia tras el aterrador incendio en s’Albufera.
Un rescate heroico
Con 89 años y en silla de ruedas, las posibilidades de escapar eran casi nulas cuando el humo comenzó a invadir su hogar. «Me encerré en el baño y ya no podía hablar», relata mientras sus ojos brillan al recordar aquel momento crítico. El fuego devorador había envuelto su vivienda situada entre Sa Pobla y Alcudia, y gracias a un vecino que dio la voz de alarma, los agentes pudieron llegar justo a tiempo.
«No se veía nada, solo humo», recuerdan Borja y Josep sobre aquel día fatídico del 9 de octubre. A pesar del peligro inminente, no dudaron en entrar en la casa. Con valentía extrema y sin pensarlo dos veces, lograron sacar a María de allí antes de que fuera demasiado tarde. Sin embargo, el rescate les pasó factura; ambos tuvieron que recibir atención médica por inhalación de humo.
El reencuentro tuvo lugar el pasado miércoles cuando los guardias regresaron al lugar donde todo sucedió para visitar a María. Ella les recibió con los brazos abiertos: «¡Mis salvadores!», exclamó emocionada. No podría ser más acertada; ellos son verdaderos héroes cuya valentía merece ser celebrada.