En un contexto tenso y desgarrador, el ministro de Exteriores israelí, Gideon Saar, se presentó este jueves en el Hospital Soroka de Beersheba. Este hospital, que debería ser un refugio para la salud y la vida, ha sido objeto de un ataque devastador por parte de las fuerzas iraníes. Con lágrimas en los ojos y rabia en la voz, Saar no dudó en calificarlo como un “crimen de guerra”. La retórica se encendió cuando afirmó que la guerra no solo continuará, sino que intensificará su curso hasta conseguir sus objetivos.
El eco de una promesa sin fin
“Esta operación contra Irán seguirá adelante hasta que la misión sea completada”, declaró con determinación. Y es que lo que está ocurriendo no es simplemente una serie de ataques; para él refleja una estrategia más oscura del régimen iraní, una estrategia que ataca a civiles y destruye infraestructuras vitales. “Esto es completamente inaceptable”, insistió Saar. Mientras tanto, voces internacionales han comenzado a alzar sus opiniones condenando estos actos; incluso ministros alrededor del mundo han dejado sentir su inquietud ante lo sucedido.
A medida que el conflicto se intensifica, Israel ha tenido que tomar medidas drásticas. Las autoridades sanitarias han instado a los hospitales a reducir al máximo el número de pacientes ingresados. ¿Por qué? Para proteger a la población civil ante posibles represalias y ataques masivos. En medio del caos, se están estableciendo protocolos para garantizar evacuaciones rápidas si fuera necesario.
Desde el 13 de junio, Israel ha desatado una oleada de bombardeos sobre instalaciones nucleares iraníes y áreas residenciales en Teherán. El balance humanitario es alarmante: más de 224 vidas perdidas y miles heridos en Irán mientras que también hay consecuencias devastadoras en Israel con al menos 24 fallecidos por ataques en represalia. Lo curioso es que todo esto sucede justo antes de unas negociaciones entre Washington y Teherán sobre el programa nuclear iraní —una cita programada para el 15 de junio— pero que fue cancelada debido a estos violentos sucesos.