Un día cualquiera en el Arenal de Llucmajor se tornó dramático cuando, este lunes por la tarde, se desató un incendio en el almacén del Hotel Kilimanjaro. Las llamas comenzaron a devorar todo a su paso alrededor de las 15:30 horas, y no hubo tiempo que perder. De inmediato, los Bomberos de Mallorca se pusieron en marcha, junto con varios agentes de la Guardia Civil y la Policía Local.
Un despliegue impresionante para controlar el fuego
La situación requería acción rápida y coordinada; así que llegaron hasta siete camiones de bomberos desde Calvià, Llucmajor y el Consell de Mallorca. Mientras tanto, los agentes locales regulaban el tráfico con una calma tensa que solo podía sentirse en momentos como este. El espectáculo fue presenciado tanto por turistas curiosos como por residentes preocupados.
Afortunadamente, aunque los daños materiales fueron significativos, no hubo heridos. Los equipos trabajaron incansablemente durante varias horas para sofocar las llamas y asegurar que no hubiera reactivaciones posteriores. Y mientras hacían su labor heroica, muchos se preguntaban cómo podría haber sucedido algo así.
Las autoridades ya han comenzado a investigar las causas del incendio. No cabe duda de que esta es una historia más para añadir a la memoria colectiva del Arenal; una historia que nos recuerda lo impredecible que puede ser nuestro entorno y lo importante que es contar con un equipo dispuesto a actuar ante cualquier eventualidad.