Este lunes, en el barrio de Cas Capiscol, la tranquilidad que debería reinar mientras los padres esperan a que sus hijos salgan del colegio se convirtió en un escenario de agresión. Todo comenzó cuando un hombre le propinó un fuerte golpe en la cabeza a otro, utilizando un palo como arma improvisada. La víctima, tras recibir el impacto, cayó al suelo y empezó a sangrar. Un panorama nada agradable para quienes esperaban pacientemente.
Un altercado inesperado
La Policía Nacional recibió una llamada al 091 informando sobre una pelea entre dos padres. Al llegar al centro escolar, los agentes encontraron a la víctima con heridas visibles: una en la cabeza y otra en la frente. Este relató cómo había estado esperando a su hijo cuando se topó con el agresor, alguien que conocía y que no dudó en atacarle de manera sorpresiva.
El sospechoso, por su parte, intentó justificar su acción diciendo que la víctima le había dado un cabezazo antes de que él decidiera defenderse agarrando ese palo. Sin embargo, lo único que vieron los testigos fue al agresor correr hacia el patio armado con el objeto contundente.
Después del incidente, la víctima fue trasladada de urgencia al hospital Son Espases mientras que su supuesto atacante era arrestado por lesiones. Para colmo de males, las respectivas parejas de ambos hombres entraron al colegio para recoger a los niños y acabaron enfrascadas en otra discusión; una incluso amenazó a la otra, teniendo que ser contenida por los agentes presentes.
Sin duda alguna, este episodio deja claro que no importa cuán civilizados pensemos ser; situaciones así pueden desatarse en cualquier momento. La pregunta es: ¿hasta cuándo permitiremos que nuestras emociones nos lleven a actuar así?