Todo comenzó un día cualquiera en Palma, cuando alrededor de las 12:30 del pasado 12 de abril, un ciudadano decidió que era buen momento para hacer estallar su rabia. Un testigo se encontró con una patrulla de la Unidad de Seguridad Integral (USEI) y no dudó en alertarles sobre el extraño comportamiento de un hombre polaco de 54 años, que había estado dando golpes a los coches que pasaban y lanzándose contra viandantes sin ningún pudor.
Un enfrentamiento inesperado
Los agentes llegaron al lugar dispuestos a calmar la situación. Sin embargo, lo que encontraron fue a un individuo desafiante, quien no solo se negó a identificarse, sino que además empezó a gritar e insultarles. En un giro inesperado, el hombre arremetió contra uno de los policías, obligando a los agentes a actuar rápidamente para reducirlo. La escena era digna de una película: mientras intentaban someterlo, él seguía mostrando su lado más hostil.
Tras ser arrestado y llevado a los calabozos, el hombre no mostró signos de arrepentimiento; su actitud desafiante continuó incluso allí. Finalmente, fue puesto en libertad con la obligación de presentarse ante la autoridad judicial cuando se le requiera. Este episodio nos recuerda cómo cualquier día puede volverse impredecible por culpa de un acto irresponsable.