La tragedia ha golpeado a Santa Margalida, donde una ciclista se encuentra en estado crítico tras ser atropellada. Este accidente, que no solo afecta a la víctima y su familia, nos hace cuestionar cómo se gestionan nuestras calles y la seguridad de quienes deciden moverse sobre dos ruedas.
Un llamado urgente a la reflexión
En medio de este drama, surgen preguntas que nos atañen a todos: ¿Hasta cuándo permitiremos que el caos y la falta de respeto por los ciclistas continúen? Las estadísticas son alarmantes y cada nuevo caso nos recuerda que es hora de tomar cartas en el asunto. Como bien dice uno de los vecinos afectados: “No podemos seguir tirando a la basura las vidas humanas. Hay que hacer algo ya.” La comunidad se une en un grito desesperado por cambios reales en las infraestructuras viales para evitar que situaciones como esta vuelvan a repetirse. La solidaridad debe prevalecer en tiempos difíciles.