Cargados de sombrillas, como si estuvieran preparados para una fiesta veraniega, así llegaron el pasado sábado las familias del CEIP Establiments a su jornada familiar. Su objetivo era claro: pedir sombra en un patio que se ha convertido en un auténtico horno cada vez que asoma el sol de mayo. Este evento, impulsado por la asociación de padres y madres, se repite tras las movilizaciones del año anterior.
Un patio sin refugio del sol
En medio de actividades y risas, los padres y alumnos denunciaron la falta de protección solar en un patio que no tiene más que hormigón. “Hay demasiado sol y no se puede estar aquí”, comentaban algunos, mientras otros afirmaban que “es casi imposible jugar o hacer actividades con seguridad” cuando el calor aprieta. Y es que la situación ya está siendo insostenible para todos ellos.
Después de las protestas del año pasado, la Conselleria d’Educació dio señales de vida al contactar con los padres e informarles sobre la posibilidad de mejoras presupuestarias. Sin embargo, después de presentar un presupuesto en septiembre, las familias siguen esperando respuestas. “A día de hoy no sabemos nada”, lamentan.
A pesar de sus esfuerzos por encontrar soluciones temporales —como unas pérgolas que compraron con su propio dinero— la Conselleria les obligó a retirarlas. Así que ahora, justo cuando llega el verano y las temperaturas suben, los niños se ven condenados a buscar refugio en casa nuevamente.