En un giro dramático de los acontecimientos, las autoridades iraníes han revelado este lunes que han puesto bajo custodia a cerca de una treintena de individuos. ¿La razón? Su presunta conexión con lo que ellos denominan el «terrorismo del régimen sionista». Todo esto ocurre justo cuando el Ejército de Israel intensifica sus ataques contra el territorio iraní.
Un operativo sin precedentes
Desde que comenzó esta ofensiva abierta, Irán ha activado una sede especial en la Fiscalía de Teherán para hacer frente a esta situación. De acuerdo con un comunicado oficial del aparato judicial, las fuerzas de seguridad e Inteligencia han estado trabajando arduamente y han presentado a 28 acusados en 15 casos distintos ante la Fiscalía de Seguridad.
Entre los detenidos se encuentran dos supuestos miembros del Mossad israelí, arrestados a las afueras de Teherán con un arsenal impresionante: más de 200 kilos de explosivos y más de 20 drones. Pero eso no es todo; otros cuatro individuos también están bajo sospecha por colaborar estrechamente con gobiernos extranjeros hostiles y por su conexión directa con los servicios militares israelíes.
Las acusaciones son contundentes: desde establecer organizaciones secretas para entrenar en el uso de drones hasta espionaje y propaganda destinada a fortalecer al «régimen sionista». Este tipo de actividades no son baladí; incluyen tomar fotografías de instalaciones militares y almacenar armas ilegalmente.
A medida que estas cifras salen a la luz, Gholam-Hosein Mohseni-Ejei, el jefe del aparato judicial iraní, ha dejado claro que aquellos que colaboren con Israel enfrentan consecuencias severas. En sus propias palabras: «El asesino y genocida régimen sionista ha iniciado una guerra que le causará un destino catastrófico». Un mensaje fuerte, especialmente dirigido también hacia Estados Unidos por su apoyo incondicional a Israel.