En un mundo donde las voces son silenciadas, un reciente sondeo ha dejado claro lo que muchos ya sospechábamos. Solo el cuatro por ciento de los palestinos en la Franja de Gaza anhela que Hamás continúe gobernando. ¿Increíble, verdad? Este dato se desprende de una encuesta realizada por el Tony Blair Institute for Global Change, entre el 9 de abril y el 12 de mayo, y aunque hace menos de un año ese porcentaje era del siete por ciento, parece que la paciencia ha llegado a su fin.
Un grito colectivo
La situación en Gaza es insostenible. Según el mismo estudio, un aplastante 92% de los encuestados culpa a Hamás por la actual crisis, apenas un punto menos que los que señalan a Israel como responsable (93%). Y en medio de este descontento, la alternativa más popular para gobernar sería la Autoridad Palestina bajo Mahmoud Abbas, con un apoyo del 35%. ¿Qué pasa entonces? Que la gente está cansada y busca nuevas opciones.
Si hablamos de seguridad después del conflicto, solo un 8% confía en Hamás para hacerse cargo. En cambio, una coalición internacional sería lo más deseado para el 42%, y varios países están en la lista: Qatar lidera con un 46%, seguido de Egipto (37%) y Arabia Saudí (19%). Es evidente que la necesidad de cambio es urgente.
A la hora de soñar con un futuro diferente para Gaza, los encuestados se inclinan por Emiratos Árabes Unidos como modelo ideal con un 27%. Turquia y Singapur también tienen su espacio en estas aspiraciones. Mientras tanto, desde Cisjordania hasta Jerusalén Este resuena una única petición: reformas profundas dentro de la Autoridad Palestina; porque el 85%% cree que es hora de una transformación real.
A pesar del ambiente complicado, algo curioso está sucediendo: cada vez menos personas ven en la resistencia armada una salida viable. En Gaza ha caído al 4%, contrastando con el interés creciente por estrategias pacíficas y diplomáticas que alcanzan ya el21%.
No se puede negar que estamos ante una etapa crucial. La voz del pueblo palestino se levanta fuerte y clara; ellos quieren decidir su futuro sin ataduras ni imposiciones externas.