Beatriu Herrero, conocida artísticamente como Tiu, nos trae su nuevo disco, Assaig Obert. Un trabajo que no solo es música; es un homenaje a su madre, Miquela Lladó, la talentosa voz detrás de Música Nostra, y quien ha sido su gran guía en este camino. Con ese cariño tan palpable, Tiu se sumerge en una charla donde la emoción brota con cada palabra.
Un viaje musical lleno de matices
«Cuántas veces digo ‘testim’ en el disco? ¡Muchas!», dice entre risas. Y es que para ella esta palabra tiene un significado especial, uno que va más allá del simple ‘te quiero’. La música se convierte en un refugio y un juego donde busca esa conexión sincera. Al grabar el álbum invitó a su amigo Ramon Sedano al estudio para darle ese toque personal. «Quería cantar suave, como si estuviera arropando a un niño», comparte con nostalgia.
Aunque lleva años sin publicar nada formalmente, sus libretas están repletas de letras e ideas. Assaig Obert llega después de un largo proceso de maduración y amor por la música. Su hijo también ha dejado huella en este proyecto; incluso hace el sonido de un perro en una canción infantil que le escribió.
Sin embargo, Tiu no puede evitar expresar su dolor por lo que está sucediendo con Mallorca: «La amo mucho y me duele ver cómo se transforma. Se exige demasiado y se cuida poco». Estas palabras resuenan fuerte; parece que estamos ante una realidad compartida por muchos.
Y así va contando sus experiencias; con cada respuesta deja claro que la vida es un constante reconciliarse consigo misma: «Es como nuestro físico; hay cosas con las que tienes que aprender a vivir».
Tiu no solo habla de música sino también de gastronomía, otro idioma que maneja con maestría. Con una sonrisa menciona a los músicos con los que trabaja: “Es un lujo estar rodeada de gente tan talentosa”. Al final del día, lo único que quiere es disfrutar junto al público y crear esos momentos mágicos durante sus actuaciones.