El final de mayo y el inicio de junio siempre traen buenas noticias para el tenis español. Mientras Carlos Alcaraz y Marcel Granollers siguen dejando huella tras la estela de Rafael Nadal, las estrellas del circuito más modesto no se quedan atrás. En el ITF W75 de Caserta, por ejemplo, Andrea Lázaro se alzó con un título que marca un hito en su carrera, venciendo a la francesa Alice Rame en una emocionante final que terminó 4-6, 6-3, 6-0. No solo eso, Marina Bassols también brilló alcanzando los cuartos de final, mientras que Ariana Geerlings llegó a la final en dobles.
Más triunfos que celebrar
Y la fiesta no paró ahí. Kaitlin Quevedo se llevó el título individual en el W35 de Klagenfurt, tras superar a la serbia Mia Ristic con un marcador de 6-4 y 6-4. En Focsani (Rumanía), Ruth Roura también hizo su magia al ganar contra Valentini Grammatikopoulou en un apretado encuentro que terminó 7-6, 7-6. ¡Eso son cuatro títulos ya para ella!
En cuanto al circuito masculino, Alejandro Manzanera llegó hasta las semifinales del M25 de Córdoba, mientras que David Jordá y Alberto Pedrico también dejaron huella en los cuartos de final. Por otro lado, Mario Mansilla y Bruno Pujol celebraron su primer título juntos en dobles.
No podemos olvidar mencionar lo ocurrido en Monastir (Túnez), donde Iñaki Montes se coronó campeón en dobles y logró avanzar hasta semifinales individuales. Y por si fuera poco, Cristina Bucsa sumó otro logro al conquistar su primer título sobre hierba en Birmingham.
Con cada victoria se siente cómo el legado del tenis español sigue creciendo. Desde las competiciones más humildes hasta los grandes torneos, nuestros jugadores demuestran una determinación admirable que nos llena de orgullo a todos.