La madrugada de este jueves, el barrio de Son Ferriol se despertó con una noticia inquietante: una conocida panadería del centro había sido asaltada. Los ladrones, con una audacia impresionante, hicieron un butrón en el cristal y lograron llevarse la caja fuerte del negocio. El reloj marcaba las 4:00 cuando ocurrió todo, y ahora la Policía Nacional está tras la pista de estos delincuentes.
Un aviso inesperado que llegó a tiempo
Naty, la encargada del local, relató cómo se enteró del robo gracias a una vecina atenta que escuchó ruidos sospechosos. «Fue ella quien decidió llamar a la policía. Cuando mi compañera llegó para abrir el local a las 4:30, ya le habían avisado», recuerda Naty. Esa madrugada estaba destinada a ser como cualquier otra, pero todo cambió en un instante.
Patricia fue quien abrió esa mañana. Su sorpresa fue mayúscula al encontrarse con un despliegue policial ante el establecimiento: «Llegué como siempre, a las 4:30, y vi a unos siete policías enfrente. Pensé: Uy, aquí pasa algo». Al entrar se encontró con la cruda realidad; habían robado la caja fuerte.
La preocupación es palpable en sus palabras. Patricia no puede evitar hablar sobre la creciente inseguridad en su barrio: «Es la primera vez que pasa algo así aquí, pero últimamente estamos viendo demasiados robos por toda la zona. Si hubiera llegado media hora antes… no sé qué podría haber pasado conmigo».
Con cada palabra se siente su angustia y frustración. Un entorno que debería ser seguro empieza a convertirse en un lugar donde mirar por encima del hombro es casi obligatorio.