En la mágica Palma, donde cada rincón guarda historias que trascienden el tiempo, hay una conexión especial entre la astronomía y nuestra ciudad. El astrofísico Ernesto Nicola nos invita a descubrir esta faceta desconocida de Palma que se extiende incluso hasta la Luna. ¿Sabías que aquí, en nuestras calles, también se respira el cosmos? Mientras paseamos por las estrechas callejuelas del Casc Antic, Nicola nos cuenta sobre los seis astrónomos que han dejado su huella en estos 800 años de historia, desde el célebre Ramon Llull hasta Francesc Aragó.
Astronomía y cartografía: dos caras de la misma moneda
La ruta comienza en la confluencia entre la calle Seminari y el Carrer dels Botons, donde creemos encontrar la casa natal de Cresques Abraham, un cartógrafo reconocido en su época. “Era un maestro haciendo mapas”, comenta Nicola con admiración. Este palmesano fue autor del famoso Atlas Catalán, un regalo para el joven rey de Francia allá por 1375. Y es que en aquellos tiempos ya existían mapas portulanos que guiaban a los navegantes por el Mediterráneo.
No obstante, no todo fue sencillo para Abraham y su hijo Jehuda Cresques. Enfrentándose a tiempos difíciles marcados por persecuciones, Jehuda tuvo que renunciar a su identidad para sobrevivir. “Con su muerte se apagó una escuela cartográfica única”, nos relata Nicola mientras seguimos explorando este entramado histórico.
Cerca de ahí encontramos una estatua dedicada a Jehuda Cresques antes de dirigirnos hacia la basílica de Sant Francesc donde reposa Ramon Llull. “Escribió más de 200 libros, incluyendo uno sobre astronomía”, señala nuestro guía mientras observa con orgullo el reloj solar instalado en la fachada del templo.
A medida que avanzamos por las calles cercanas al mar, Nicola hace una pausa frente a otro reloj solar adornado por un ángel alado con inscripciones intrigantes. Cada detalle cuenta una historia; cada esquina es un eco del pasado.
Hablando sobre los grandes personajes que marcaron nuestra historia astronómica, llegamos al ingenioso Joan Binimelis, quien combinó religión y ciencia como pocos en su época. Pero no podemos olvidar a Vicenç Mut, quien desafió creencias populares sobre cometas e hizo importantes contribuciones a nuestra comprensión del universo.
Mientras estamos junto a las murallas, miramos hacia el castillo de Bellver mientras Nicola comparte anécdotas sobre Francesc Aragó. Este físico francés tuvo sus propios retos durante las invasiones napoleónicas; sus hazañas le llevaron incluso tras las rejas antes de convertirse en uno de los más destacados científicos del siglo XIX.
Palmando entre historias pasadas y conexiones cósmicas, descubrimos cómo nuestra ciudad ha dejado huella no solo aquí abajo sino también arriba, en lo alto del firmamento.” La historia vive aquí mismo entre nosotros,” concluye Nicola con pasión mientras cerramos esta travesía estelar por Palma.