El futuro de Leo Román, el guardameta ibicenco del Real Mallorca, se presenta más incierto que nunca. Con cada día que pasa, las opciones van desapareciendo como si fueran humo. La reciente llegada de Dmitrovic al Espanyol ha dejado a Román con una sola salida viable en España: seguir defendiendo los colores bermellones. Y eso, amigos, no es precisamente un camino de rosas.
Una situación complicada para el portero
A pesar de que varios equipos mostraron interés por él en su momento, ahora todos han cerrado sus puertas. Tras la venta de Joan García, parecía que el Espanyol era el destino ideal para Leo, pero las exigencias económicas del director deportivo Pablo Ortells hicieron trizas cualquier posibilidad.
A día de hoy, su contrato acaba en junio del año que viene y aunque hubo un acercamiento entre ambas partes recientemente, la incertidumbre sigue flotando en el aire. Según informaba ayer el diario Marca, Ortells ha intentado reabrir negociaciones; sin embargo, las oportunidades se reducen y no hay ofertas formales sobre la mesa.
Si Leo quiere salir del Mallorca este verano, parece que solo le queda mirar hacia fuera, donde aún hay clubes moviéndose y recordemos que ya estuvo cerca de fichar por el Genoa hace un año por una cifra atractiva. Pero aquí dentro… ¡el dinero escasea! La situación se complica cuando consideramos que tanto él como su compañero Dominik Greif están a punto de ser libres para negociar con cualquier equipo a partir del 1 de enero.
En definitiva, lo único claro es que Ortells tiene un rompecabezas complicado entre manos: renovar a uno o ambos porteros podría apretar aún más un límite salarial ya muy ajustado. Y así estamos, esperando a ver cómo se desenreda esta historia llena de incertidumbres.