BRUSELAS, 4 de junio. En una jornada crucial, el presidente de Ucrania, Volodimir Zelenski, ha hecho un llamamiento apremiante a sus aliados reunidos en el Grupo de Contacto. La situación se torna insostenible y es hora de actuar: hay que presionar a Rusia con toda la fuerza posible para forzarla a aceptar la paz. Las negociaciones en Estambul parecen no dar frutos ante las intransigencias del presidente ruso, Vladimir Putin, quien sigue imponiendo condiciones que solo alargan el sufrimiento.
Zelenski pide unidad y acción contundente
“Estamos convencidos de que podemos empujar a Rusia hacia la paz”, afirmaba Zelenski con determinación al inicio de la reunión en la sede de la OTAN. Pero dejó claro que esto solo será posible si seguimos presionando a Moscú con todas nuestras herramientas disponibles. “Cada paso debe llevarnos hacia hacer que su agresión carezca de sentido”, añadió con fervor.
En este ambiente cargado, donde Rusia continúa jugando sus cartas para negociar sin ceder, Zelenski fue rotundo: no podemos permitir que engañen al mundo o confundan nuestra realidad. La necesidad es clara: necesitamos un alto el fuego y una paz auténtica, real. Aseguró que debemos utilizar todos los métodos posibles para lograrlo.
Aprovechando la ocasión, subrayó otra vez la urgencia de reforzar las defensas antiaéreas de Kiev. Cuanto más fuerte sea Ucrania, menos atractivo será para Putin seguir atacando nuestras ciudades y pueblos.” Sigamos reforzando nuestro escudo aéreo”, instó Zelenski ante los ministros presentes.
La gravedad del conflicto se hizo evidente cuando mencionó el hallazgo de fosas comunes cerca de Mariupol. “En estas fosas descansan decenas de miles,” relató con tristeza. “Esto es lo que estamos combatiendo; luchamos contra la muerte que Rusia está trayendo a nuestra tierra”. Y no se detuvo ahí; destacó cómo los drones ucranianos están demostrando su efectividad contra las fuerzas rusas.
Además, hizo un llamado urgente para movilizar inversiones hacia la industria militar ucraniana: “Les insto a seguir comprometidos en crear nuevos paquetes defensivos para nuestros soldados.” Las palabras resonaban como un eco entre los ministros presentes, quienes saben bien lo que está en juego.
Por su parte, el ministro alemán Boris Pistorius, también presente en Bruselas, recordó que cualquier alto el fuego debe ser real y no simplemente una fachada. “Los bombardeos rusos son señales claras de debilidad,” comentó con contundencia. La guerra ilegal no solo está llevando a nuestros valientes soldados al frente; también afecta trágicamente a civiles inocentes.
A medida que avanzaba la reunión, quedó claro: esta lucha trasciende fronteras y generaciones; es una batalla por asegurar un futuro pacífico en Europa.