El pasado lunes, Taiwán dio un paso significativo en su defensa al llevar a cabo sus primeras maniobras militares con los lanzacohetes estadounidenses HIMARS, ¡y lo hizo con fuego real! En medio de un clima tenso por las amenazas de China, que sigue viendo a la isla como parte de su territorio, esta acción no ha pasado desapercibida.
El Ejército taiwanés comunicó que dispararon decenas de cohetes desde estos sistemas avanzados. Un movimiento que, sin duda, busca disuadir cualquier intento de invasión por parte del gigante asiático. Estas maniobras ocurrieron sobre aguas del Pacífico y es la primera vez que Taiwán utiliza los HIMARS, capaces de atacar objetivos a 300 kilómetros de distancia. Esto representa una clara mejora para su capacidad defensiva frente a la presión constante de Pekín.
Tensiones crecientes y promesas de defensa
A pesar del aumento en la presencia militar china cerca de Taiwán, donde aviones han estado sobrevolando más frecuentemente la línea media, el conflicto armado no parece inminente. Sin embargo, el presidente Lai Ching Te ha tomado cartas en el asunto prometiendo aumentar el gasto en defensa hasta un 3% del PIB. Como él mismo dijo: «No podemos dejar el mantenimiento de la paz en manos de terceros». Es evidente que Taiwán está decidida a mantenerse firme y prepararse ante cualquier eventualidad.