La historia de Cristina, una chica de 18 años, nos recuerda que todavía hay personas con un gran corazón. La semana pasada, mientras se dirigía al trabajo, encontró una cartera tirada en el suelo. Al abrirla, se dio cuenta de que contenía nada menos que 360 euros. Pero en vez de pensar en lo fácil que sería quedarse con el dinero, Cristina tomó una decisión que habla mucho de su carácter.
«Hacía poco me habían robado la mía y pensé: si hubiese sido yo, me gustaría que alguien hiciera lo mismo», explica con sinceridad. Sin dudarlo ni un segundo, llamó a la Policía Local para informarles sobre su hallazgo. Mientras esperaba a que llegaran, no podía evitar preguntarse si encontrarían al dueño.
Un gesto noble y su recompensa
Cuando los agentes llegaron para recoger la cartera, agradecieron a Cristina por su noble gesto. Y sorprendentemente, lograron localizar al propietario. «El hombre me escribió para darme las gracias y me dijo que estaba pasando por un mal momento; menos mal que había gente como yo», relata emocionada.
A pesar de no haber ningún documento dentro de la cartera que identificara al dueño, los policías hicieron el esfuerzo y lo encontraron. Para Cristina, saber que el hombre recuperó su dinero y sus cosas es un alivio enorme: «Estoy muy contenta de que tenga su cartera y el dinero». Su acto ha resonado tanto entre los agentes como en las redes sociales donde fueron compartiendo esta historia inspiradora; le han llamado una ciudadana ejemplar.
Cristina nos da una lección importante: en tiempos difíciles podemos optar por hacer lo correcto y ayudar a los demás. En este pequeño rincón del mundo, ella ha demostrado que aún hay esperanza en la humanidad.