Este jueves, a primera hora de la mañana, Faustino Nogales, el inspector de la Policía Nacional, llegó a los juzgados de Vía Alemania. Su presencia no era casual; venía a dar la cara ante el juez de Instrucción número 7 de Palma tras ser arrestado en una macrooperación contra el blanqueo de capitales vinculados al narcotráfico en nuestra querida Isla.
La situación es alarmante. En la madrugada anterior, otros nueve detenidos, que ya habían pasado a disposición judicial, fueron ingresados en prisión. Y lo peor de todo es que esta causa sigue siendo un secreto muy bien guardado.
Una red criminal con tentáculos europeos
Las fuentes cercanas a la investigación nos cuentan que cada miembro de esta organización tenía su propio papel y se había hecho un hueco en el oscuro mundo del tráfico de drogas. Al parecer, los cabecillas son Stefan Milojevic y Gonzalo Márquez, quienes han sido comparados con figuras tan temibles como las mafias napolitanas o sicilianas. Sin embargo, parece que más bien se asemejan a esa oscura Ndrangheta.
Desde el lunes por la tarde, cuando supimos del arresto de Nogales gracias a un despliegue realizado por agentes de Asuntos Internos desde Madrid, todo ha ido muy rápido. Al día siguiente su casa en Costa de la Calma fue registrada durante horas; sin embargo, según las fuentes consultadas, no encontraron nada relevante para este complicado caso.
Nogales no es un novato en esto; dejó el Grupo II de Estupefacientes hace casi cuatro años y ahora estaba en Seguridad Ciudadana. Pero su nombre apareció en múltiples pinchazos telefónicos realizados durante los últimos dos años sobre conversaciones entre personas relacionadas con esta organización criminal.
A medida que avanzan las investigaciones y salen más detalles a la luz, uno no puede evitar preguntarse cómo hemos llegado hasta aquí y qué más secretos se esconden tras estas detenciones.