A primera hora de la mañana, cuando muchos aún estaban despertando, un inesperado espectáculo tuvo lugar en la rotonda de Porto Pi, en Palma. Un coche impactó contra una boca de incendios, arrancándola de su sitio y dejando escapar un impresionante chorro de agua que sorprendió a todos. El agua brotaba con fuerza, creando una escena digna de película y activando rápidamente a los servicios de emergencia.
La respuesta rápida ante el caos
La Policía Local de Palma, junto con los Bombers y Emaya, no tardaron en llegar al lugar. Una patrulla del Unitat de Seguretat Integral (USEI) aseguraba la zona mientras otros comenzaban a cortar el suministro para controlar la situación. Pero lo que más llamó la atención fue el mensaje contundente que compartieron los agentes: «una acción imprudente o incívica tiene consecuencias para toda la ciudad». Esto resonó como un eco entre los vecinos, recordándonos que cada uno tiene su parte de responsabilidad en esta convivencia.
Los primeros informes sugieren que este incidente podría ser consecuencia directa del choque del vehículo, que tras causar este destrozo decidió darse a la fuga. La investigación sigue su curso, pero ya queda claro que no solo se desperdician miles de litros de agua, sino también se movilizan recursos valiosos en momentos donde podrían ser necesarios en otras emergencias. A veces parece que olvidamos lo importante: cuidar nuestro entorno es tarea de todos.