En la tranquila mañana del pasado viernes 27, la calma de Playas de Muro se vio interrumpida por un acto despreciable. La Guardia Civil, siempre atenta a cualquier indicio de delito, logró desarticular una banda compuesta por tres hombres de nacionalidad rumana que se dedicaban a robar carteras a personas mayores. ¿Su método? Pedir cambio de un billete insignificante y, cuando sus víctimas abrían la cartera, arrebatársela y salir corriendo como si no hubiera un mañana.
Un golpe rápido y vil
Los agentes del Área de Investigación de Santa Margalida estaban en la zona precisamente para prevenir estos hurtos, y justo cuando una pareja de ancianos pedía ayuda tras haber sido despojados, se dieron cuenta de lo que estaba sucediendo. Con rapidez, los guardias civiles se dirigieron al lugar señalado por las víctimas. Pero los ladrones ya habían puesto pies en polvorosa subiendo a un coche.
Tras hablar con los perjudicados, los funcionarios emprendieron una búsqueda exhaustiva por los alrededores. Y su esfuerzo valió la pena: encontraron a los delincuentes intentando llevar a cabo otro robo. En ese momento crucial, dos miembros de la banda fueron arrestados mientras que el tercero esperaba en el vehículo como cómplice.
La Guardia Civil advierte sobre este modus operandi tan rastrero: se acercan a sus víctimas elegidas –generalmente personas mayores– pidiendo cambio y aprovechando el momento en que sacan su cartera para sustraerla sin ningún remordimiento. Una práctica cobarde que nos recuerda que hay quienes están dispuestos a tirar a la basura el respeto y la dignidad ajena solo por unos euros.