Este miércoles, a media tarde, el mar de sa Dragonera guardaba un oscuro secreto. Un pescador, que estaba faenando en su embarcación de arrastre cerca del Port d’Andratx, se topó con la visión escalofriante de un cadáver descompuesto. Era aproximadamente las 16.30 horas cuando decidió inmortalizar ese instante con una fotografía y dar aviso a las autoridades. Su rápida acción podría haber sido crucial.
La intervención de la Guardia Civil
Después de compartir las coordenadas con Salvamento Marítimo y la Guardia Civil, los equipos se movilizaron rápidamente. El Grupo Especial de Actividades Subacuáticas (GEAS) fue quien finalmente logró recuperar el cuerpo, encontrado a unas tres millas de sa Dragonera y ya en un estado avanzado de descomposición. Sin documentos que identifiquen al hombre, las primeras hipótesis apuntan a que podría ser el desafortunado ocupante de una patera que naufragó en las costas mallorquinas hace unas semanas.
La investigación apenas comienza y los agentes están decididos a descubrir quién era este hombre y cómo llegó hasta allí. Pero lo cierto es que su hallazgo nos recuerda lo frágil que puede ser la vida en el mar y lo fácil que es perderse entre sus profundidades.