En la tranquila Cala Millor, donde el sol brilla y las olas suenan suavemente, ocurrió un incidente que nos recuerda lo frágil que puede ser la seguridad. Un joven alemán, que simplemente quería subirse a su moto, se encontró con la violencia de manera repentina. La mañana del 20 de mayo comenzó como cualquier otra, pero todo cambió en un instante.
Un hombre británico de unos cuarenta años se le acercó por la espalda sin previo aviso. Antes de que pudiera reaccionar, le lanzó una patada que fracturó su tobillo. ¡Increíble! Pero eso no fue todo; cuando el joven cayó al suelo, este individuo le agarró del cuello y le aplicó una técnica conocida como ‘mataleón’, intentando estrangularlo hasta dejarlo inconsciente. A pesar del asalto brutal, el chico no se rindió y luchó con todas sus fuerzas durante varios minutos para liberarse.
El desenlace inesperado
Afortunadamente, logró zafarse y el agresor salió corriendo. Tras esta experiencia aterradora, el joven alertó a los servicios de emergencia. La Policía Local de Sant Llorenç y la Guardia Civil llegaron rápidamente al lugar para iniciar una búsqueda intensiva. En cuestión de minutos lograron dar con el atacante, quien pensaba que podría escapar impune.
Afrontando las consecuencias de sus acciones, fue detenido por lesiones mientras la víctima identificaba claramente a su agresor. Esto nos lleva a reflexionar: ¿qué está pasando en nuestros destinos turísticos? No podemos permitir que actos así empañen nuestro verano ni nuestra convivencia.