Imagínate pasar más de tres décadas cargando un secreto tan extraño como impactante. Eso le ocurrió a un hombre de 67 años, conocido solo por su apellido, Deng, que llegó a un hospital en Chengdú, China, quejándose de un dolor abdominal que lo había atormentado durante años. Sin embargo, nunca se imaginó lo que los médicos encontrarían dentro de él.
Una apuesta insólita
Todo comenzó en 1991, cuando durante una noche de copas con amigos, Deng hizo una apuesta bastante peculiar: tragarse un encendedor. «No pensé que quedaría atrapado en mi estómago», confesó con la sinceridad de quien sabe que ha cometido una locura. Después de años sin problemas aparentes y sólo lidiando con molestias ocasionales, el dolor se volvió insoportable.
Cuando los médicos decidieron hacerle pruebas, su asombro fue monumental al descubrir el mechero alojado en su interior. La operación para retirarlo no fue sencilla; utilizaron un preservativo como herramienta para facilitar la extracción. Al final del procedimiento, el equipo médico quedó boquiabierto al ver que el objeto medía unos 7 centímetros y estaba cubierto por una sustancia negra viscosa. Pero aquí viene lo más sorprendente: ¡el mechero todavía contenía líquido inflamable y funcionaba!
Este insólito caso nos recuerda hasta dónde puede llegar la locura humana por una simple broma o apuesta. Aunque algunos podrían pensar que es solo otro episodio raro de la vida, para Deng es una historia que llevará consigo para siempre.

