Este verano, Ana Obregón ha decidido disfrutar de unos días de sol y playa en Mallorca, donde fue vista posando con su adorable nieta Anita. La alegría se desborda en sus rostros, pero lo que más llama la atención es el increíble parecido entre ambas. «Es un clon del seu pare», bromeó Ana, dejando claro que la pequeña no solo hereda los rasgos físicos, sino también esa chispa especial que parece correr por las venas familiares.
Una comunidad vibrante
Aunque este momento familiar parece sacado de una película veraniega, la realidad en las Islas Baleares es bien distinta. En Menorca, por ejemplo, hay 12 edificios públicos que permanecen vacíos; un verdadero desperdicio de recursos. Y mientras tanto, hasta 257 personas han llegado a las islas en pasteras durante estos días. ¿Dónde está la ayuda para todos ellos?
Las noticias no dejan de llegar: accidentes trágicos en las carreteras y una crisis educativa que se hace sentir entre las oposiciones docentes. En medio de todo esto, los vecinos de Palma claman por un cambio real, porque nadie puede avanzar si no se trabaja junto a la comunidad.
Aquí estamos nosotros, disfrutando del verano y a la vez preocupados por lo que sucede a nuestro alrededor. Es un equilibrio delicado entre el disfrute personal y la responsabilidad colectiva.