En Pollença, el far de la Mola se asoma al horizonte con un brillo apagado tras la triste noticia del fallecimiento de Gaspar Rosselló Nicolau, una figura clave en la UBAra Balears. Este hombre no solo fue un gestor, sino que supo conectar con la comunidad y hacer sentir su voz en cada rincón de Mallorca.
Una pérdida que nos toca a todos
La noticia ha caído como un jarro de agua fría. Mientras tanto, los usuarios del tren siguen descontentos con las nuevas frecuencias y los eternos retrasos que parecen ser el pan nuestro de cada día. Es frustrante ver cómo lo que debería ser un servicio para unir a las personas se convierte en una prueba de paciencia.
No solo eso; las tensiones urbanísticas también están a flor de piel. Los interrogantes sobre el futuro de Palma parecen multiplicarse sin respuesta clara. Y mientras tanto, otras voces se alzan desde diversos frentes. La actriz mallorquina Vicky Luengo ha hecho un llamado poderoso: boicotear a aquellas empresas que financian injusticias. Sus palabras resuenan fuerte y claro: “No pararemos hasta que ellos paren”.
A medida que avanzamos hacia el futuro, es evidente que necesitamos más figuras como Gaspar, quienes realmente sientan y respiren nuestra cultura e identidad. En estos tiempos revueltos, su legado nos recuerda lo crucial que es cuidar nuestras raíces mientras enfrentamos nuevos desafíos.