En Sóller, la saturación turística ha llegado a un punto crítico. El aparcamiento del centro de salud está desbordado y la situación empieza a ser insostenible. ¿Qué pasa con nuestros servicios básicos? La llegada masiva de turistas cada verano convierte nuestras calles en un laberinto y el acceso a atención médica se complica. La comunidad, que siempre ha sido acogedora, ahora se siente atrapada entre coches y visitantes.
El impacto en nuestra salud
Los médicos ya han alzado la voz: “La situación es crítica”, advierten, mientras los pacientes intentan encontrar espacio para estacionar. Imagina llegar con prisa a una consulta y tener que dar vueltas eternas para aparcar. Es frustrante, ¿verdad? Esto no solo afecta a los residentes; también pone en riesgo la atención sanitaria de quienes nos visitan.
Y como si esto no fuera suficiente, las cifras son alarmantes: cada año aumentan las enfermedades entre los más pequeños, como el impétigo, lo que revela una necesidad urgente de actuar. No podemos permitir que nuestro municipio se convierta en un monocultivo turístico, donde el bienestar de la comunidad quede relegado ante el afán por atraer más visitantes.