Los agricultores de las Islas Baleares están que trinan. Las recientes recortes en las ayudas agrarias han encendido una chispa de preocupación entre quienes viven del campo. La situación se ha vuelto insostenible y, aunque algunos pensaban que la reunión con la patronal podría traer soluciones, el resultado fue más bien un chasco. ¿Cómo es posible que nuestras voces no sean escuchadas?
Descontento palpable
No solo los agricultores están indignados, también los docentes interinos han alzado la voz, cuestionando si se dará plaza a personal jubilado mientras ellos siguen en la cuerda floja. Y por si fuera poco, en Calvià, critican las letras “obscenas” de ciertos artistas en las fiestas de Peguera. Todo esto nos hace reflexionar: ¿realmente estamos priorizando lo importante?
Mientras tanto, el famoso diseñador mallorquín Miguel Adrover ha decidido no vestir a Rosalía para expresar su desacuerdo con la situación en Palestina. Cada vez son más las voces que se levantan contra injusticias sociales. En este contexto, Pedro Sánchez también ha hecho un llamado al Gobierno sobre el acogimiento de menores migrantes, advirtiendo que hay leyes que deben cumplirse.
Aquí estamos todos conectados: desde los campos hasta las aulas y las pasarelas. Todos luchamos por lo mismo: dignidad y respeto.