Todo ocurrió de repente, una explosión en un infrahabitatge sacudió el asentamiento de Can Rova. En un instante, lo que era un día normal se tornó en caos y desesperación. Las llamas comenzaron a devorar todo a su paso, dejando a los vecinos aterrorizados y preguntándose qué podría haber llevado a tal desastre. La vida en estos espacios vulnerables es una lucha constante, pero esto fue más allá de lo imaginable.
La situación de la vivienda en nuestras comunidades
Este incidente nos recuerda la dura realidad que enfrentan muchas personas. En vez de soluciones efectivas, seguimos viendo cómo se ignoran las necesidades básicas de quienes viven en estas condiciones tan precarias. Y mientras tanto, el debate sobre la legalización de edificaciones ilegales sigue siendo el pan nuestro de cada día.
Los habitantes de Can Rova no sólo están luchando contra el fuego; están luchando por su dignidad y por un hogar seguro. Es hora de que todos nosotros exijamos respuestas concretas y efectivas para abordar esta crisis habitacional que no puede seguir ignorándose. ¡Ya está bien! Necesitamos cambios reales y urgentes para proteger a nuestra gente.