La Plaza Santa Pagesa, en el corazón de Palma, se ha convertido en un hervidero de tensiones. Los vecinos, cansados y frustrados, han decidido no quedarse callados ante la presencia de unos okupas que están alterando su día a día. Fulgencio Coll, junto con Inma Regolta y Anabel Busquets, son solo algunos de los rostros que representan a una comunidad unida por el mismo sentimiento: esto no puede seguir así.
Días atrás, el periódico Última Hora daba voz a estas denuncias, donde los residentes llenaron la fachada del edificio con carteles que reflejan su desesperación. ¿La razón? Un grupo de personas supuestamente provenientes de Colombia está ocupando un piso que debería ser un hogar más. Estos testimonios no solo están respaldados por la propietaria del inmueble, sino también por otros vecinos que aseguran haber visto cosas preocupantes como consumo de drogas y prostitución.
Una visita inquietante
El clima de preocupación llevó a Vox a involucrarse, mandando a su portavoz Fulgencio Coll para escuchar lo que realmente está sucediendo. Durante esta visita, Inma y Anabel no pudieron contener su malestar. «Esto es insostenible e inadmisible», dijeron sin titubear. La noche se convierte en un desfile incesante; “un ‘chulo’ aparece cada noche con chicas”, compartió Anabel mientras hacía referencia al vaivén constante hasta altas horas de la madrugada.
Pero eso no es todo; las sospechas sobre actividades ilegales aumentan cuando mencionan una jaula que solía estar afuera del edificio. «Dicen que era una señal… aunque ya la han quitado», lamentan mientras subrayan el impacto en sus vidas diarias: «no podemos dormir porque hay música las 24 horas». En definitiva, esta comunidad se siente atrapada en una situación que clama por atención.