En los últimos días, la Policía Local de Palma ha estado en el centro de atención tras evitar que dos viviendas fueran okupadas. Los hechos ocurrieron en lugares tan distintos como el Molinar y Son Gotleu, y lo que realmente destaca aquí es la valiosa colaboración vecinal que hizo posible esta rápida intervención.
El primer intento se registró el 19 de mayo a las 02:15 horas en la calle Llucmajor, en el Molinar. Un grupo de agentes pertenecientes a la Unidad de Intervención Inmediata (UII) llegó rápidamente al lugar después de recibir un aviso. Al llegar, se encontraron con una joven española de 22 años que alegaba haber estado viviendo allí durante más de 48 horas. Sin embargo, los vecinos aseguraron que apenas llevaba unas pocas horas en esa vivienda deshabitada. Ante esta discrepancia, los policías decidieron acceder a la casa por una terraza colindante para aclarar la situación.
Aventura nocturna en Son Gotleu
Lo que hallaron fue sorprendente: un hogar vacío con solo algunas pertenencias básicas y evidencias de daños provocados por la mujer al forzar un ventanal. La chica fue informada sobre su actuación ilegal y se marchó del lugar, dejando todo bajo control policial. No sin antes recibir cargos por un presunto delito leve relacionado con la okupación.
Poco después, el 22 de mayo a las 03:47 horas, ocurrió otro intento similar en la calle Santa Florentina, en Son Gotleu. Aquí, gracias a un vecino alerta por ruidos extraños, una patrulla se acercó y localizó a dos mujeres; una tenía 18 años y otra era menor. Ambas estaban intentando entrar a una vivienda desocupada usando una herramienta tipo pata de cabra. Se incautó dicha herramienta debido a los daños que había causado en el marco de la puerta.
A estas jóvenes también se les notificó sobre un informe penal por ocupación leve. Es evidente que estos incidentes nos recuerdan lo importante que es estar atentos y unidos como comunidad para proteger nuestros espacios.