En la ciudad de Gaza, el Hospital Al Shifa ha dado una pequeña luz de esperanza al reanudar sus actividades de diálisis después de haber tenido que parar por falta de combustible. Este anuncio llega en medio de una situación desesperante, donde el bloqueo casi total y la ofensiva militar israelí han hecho que la entrega de ayuda humanitaria sea un verdadero laberinto.
El Ministerio de Sanidad gazatí ha comunicado con alivio que, gracias a los llamamientos urgentes realizados a organizaciones tanto nacionales como internacionales, se han conseguido 3.000 litros de combustible. «Esto nos permitirá seguir adelante durante dos días», afirmaron con un atisbo de optimismo. Sin embargo, no podemos ignorar que este respiro es solo temporal.
La dura realidad del Hospital Al Shifa
Este hospital, que alguna vez fue el más grande y completo del enclave, ahora opera con recursos limitados y muchas áreas cerradas debido a los constantes ataques. La comunidad médica local está luchando contra viento y marea para atender a los pacientes, mientras claman por un suministro constante de combustible para garantizar la vida de quienes más lo necesitan.
La crisis en Gaza es desgarradora. Desde el inicio del conflicto tras los ataques del 7 de octubre, las cifras son escalofriantes: más de 56.600 palestinos han perdido la vida según reportes locales, aunque muchos temen que el número real sea aún mayor. Las autoridades controladas por Hamás siguen alertando sobre esta calamidad humanitaria, mientras nosotros observamos impotentes desde lejos.