En un giro sorprendente, el presidente estadounidense, Donald Trump, ha dejado caer este martes que Estados Unidos ahora tiene el control absoluto de los cielos de Irán. Todo esto después de una serie de bombardeos que comenzaron la semana pasada, orquestados por el Ejército israelí. Según Benjamin Netanyahu, primer ministro israelí, estos ataques han arrasado con muchas lanzaderas de misiles y han reducido a la mitad la capacidad de drones en Teherán.
Las palabras de Trump y su vicepresidente
Trump, en un post en su red social Truth Social, no se contuvo al afirmar: “Irán tenía buenos sistemas defensivos, pero nada que se compare con lo que hacemos aquí en Estados Unidos”. Las palabras llegaron justo después de que su vicepresidente, JD Vance, sugiriera que podrían ser necesarias “nuevas acciones” para detener el programa nuclear iraní. Vance alabó a Trump por su enfoque cauteloso y dejó entrever que “la decisión final es del presidente”. De hecho, aseguró que debemos confiar en él porque siempre mantendrá a las Fuerzas Armadas al servicio de los intereses estadounidenses.
No obstante, esta escalada bélica ha generado reacciones adversas. Vance también mencionó las “locuras” sobre las amenazas nucleares iraníes y reiteró la postura compartida con Trump: “Irán no puede tener un arma nuclear”. Este mismo argumento es utilizado por Israel para justificar sus ataques continuos desde el pasado viernes. En este marco tenso, Irán ya ha reportado más de 224 muertos y miles de heridos tras los bombardeos sobre sus instalaciones nucleares y áreas residenciales. Por otro lado, Israel ha sufrido también pérdidas significativas debido a represalias iraníes.
Curiosamente, todo esto ocurrió días antes de una esperada ronda de negociaciones entre Washington y Teherán sobre el polémico programa nuclear iraní. Dicha reunión estaba programada para este domingo en Omán; sin embargo, los ataques llevaron a Irán a cancelar cualquier diálogo posible.