Hoy, Rumanía da un giro prometedor con la llegada de Nicusor Dan a la presidencia. En su primer discurso, este europeísta no ha dudado en dejar claro que el momento de las diferencias políticas ha llegado a su fin. «Debemos anteponer el interés nacional«, ha afirmado, mientras se enfrenta a los ecos de una ultraderecha que casi toca el poder.
El nuevo mandatario, quien ha ganado las elecciones con un mensaje de cambio, subraya la urgencia de una reforma profunda. Según él, Rumanía necesita un Gobierno fuerte y mayoritario que se atreva a tomar decisiones cruciales. Desde abordar el déficit presupuestario hasta revisar la administración territorial y modernizar nuestro sistema electoral; los retos son muchos y requieren acción inmediata.
La voz del pueblo como brújula
Nicusor también ha querido reconocer el valor de una sociedad que sigue adelante pese a las dificultades. «He visto cómo esta nación permanece viva incluso en tiempos difíciles», ha declarado durante su acto en el Parlamento. Con una mirada firme hacia Europa y un rechazo claro a visiones extremistas como las de su rival George Simion, Dan promete ser un presidente accesible y receptivo.
En su toma de posesión, hizo una promesa solemne sobre la Biblia y la Constitución: defenderá nuestros derechos fundamentales y la soberanía del país. Esta mañana, después de recibir honores en el Palacio Presidencial, se reunió con Ilie Bolojan para empezar a trazar juntos ese camino hacia un futuro más esperanzador.