En un giro inesperado de los acontecimientos, el obispo estadounidense Thomas Paprocki ha lanzado un dardo directo hacia Donald Trump, afirmando que debería ofrecer una disculpa por su imagen disfrazado de Papa. Según Paprocki, esta broma es más que un simple juego; se burla de Dios, de la Iglesia católica y del mismo Papado. ¿De verdad creemos que esto es lo que necesita nuestra comunidad religiosa en estos momentos tan delicados?
La publicación, generada por inteligencia artificial, ha encendido las alarmas entre los católicos, especialmente ahora que la Iglesia está de luto tras la muerte del Papa Francisco. Y con el cónclave a la vuelta de la esquina para elegir al nuevo líder del Vaticano, este tipo de actitudes parecen poco apropiadas. A nadie le gusta ver cómo se tiran a la basura valores tan fundamentales.
Las palabras del arzobispo
Poco antes de hacer pública su imagen en redes sociales, Trump había bromeado sobre quién podría ser el próximo sumo pontífice: «Me gustaría ser yo. Sería mi opción número uno». Un comentario que no pasó desapercibido para el arzobispo de Nueva York, Timothy Dolan. Al ser preguntado al respecto, Dolan fue claro y conciso: “No estuvo bien”. Las palabras caen como un peso en el ambiente ya cargado del Vaticano.
A solo tres días del inicio del cónclave, el cardenal estadounidense también subrayó que esta situación deja a Trump en una posición complicada. Con cada acción hay consecuencias y parece que este episodio será recordado más allá de las risas.