Este domingo, la paz en las inmediaciones del aeropuerto israelí de Ben Gurión se vio interrumpida por un misil balístico, presuntamente lanzado por los hutíes de Yemen. A pesar de los esfuerzos del Ejército israelí para interceptarlo, el proyectil logró impactar en la zona, dejando a varias personas con heridas leves, según informaron los servicios de emergencia.
Las fuentes militares revelaron al Times of Israel que el intento de derribo fue fallido, y ya están investigando qué salió mal en el proceso. Si los hutíes confirman su autoría, este sería el quinto ataque contra Israel en solo 48 horas. Curiosamente, es la primera vez que el sistema defensivo israelí no logra detener estos proyectiles.
Una escalada peligrosa
Los rebeldes, apoyados por Irán, han reavivado sus ataques no solo contra Israel sino también contra la navegación en el mar Rojo. Esta acción parece ser una respuesta clara a la reciente decisión de Israel de romper un alto el fuego acordado en enero respecto a Gaza y reiniciar su ofensiva militar.
Por otro lado, las fuerzas estadounidenses no se quedan atrás; han estado bombardeando Yemen casi a diario desde que Trump anunció una ‘acción militar decisiva’ contra los hutíes como reacción a su campaña bélica. En medio de todo esto, ¿dónde queda la paz? Las tensiones parecen acumularse mientras todos miramos con preocupación lo que pueda suceder a continuación.