En la noche del 2 de abril, el ambiente se volvió tenso en la región. Las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) informaron que han conseguido interceptar dós misiles que habían sido lanzados desde el norte de la Franja de Gaza, apuntando hacia la ciudad de Sderot, una localidad que se encuentra a un paso de la frontera con este enclave palestino. Esto no es solo una noticia; es un recordatorio del conflicto latente y desgarrador que afecta a tantas vidas.
La alarma suena y los ecos del conflicto resuenan
A medida que las alarmas antiaéreas comenzaban a sonar, la comunidad se sumía en una mezcla de miedo e incertidumbre. A las 21:17 horas (una hora menos en España), el Ejército israelí confirmó lo inevitable: había interceptado esos misiles antes de que causaran más caos. En medio del revuelo, fuentes del diario palestino ‘Filastín’, vinculado a Hamás, corroboraron el lanzamiento. Todo esto sucede en un contexto donde la paz parece lejana; tras romperse el acuerdo de alto el fuego a principios de enero, las hostilidades han cobrado fuerza y las cifras son aterradoras: ya son más de 50.500 personas las que han perdido la vida.
