La llegada de la inteligencia artificial (IA) ha cambiado las reglas del juego en muchos sectores, y el mundo de las búsquedas online no se queda atrás. Hasta ahora, Google había sido nuestro compañero fiel a la hora de encontrar información, con más del 90% de usuarios confiando en él. Pero, ¿qué pasa cuando nuevas compañías empiezan a ofrecer búsquedas personalizadas que nos hacen cuestionar todo lo que creíamos saber? Nos estamos adentrando en un terreno donde ya no solo buscamos «Consejos para pedir una hipoteca», sino que planteamos preguntas específicas como: «¿Qué debo tener en cuenta para solicitar un préstamo hipotecario siendo autónomo, con 35 años y viviendo en Illes Balears?»
Una nueva forma de buscar información
Ante esta revolución, Google se ha visto obligado a adaptarse e incorporar su propia tecnología IA a sus búsquedas. Ahora nos presenta una interfaz con respuestas generadas por IA antes de mostrarnos el clásico listado de páginas. Este nuevo enfoque, que ya está funcionando en EE.UU., está a punto de aterrizar aquí, cambiando radicalmente nuestra forma de buscar información.
Imagina poder obtener toda la información necesaria sin tener que saltar entre múltiples páginas. Con solo una pregunta bien formulada, la IA puede ofrecerte desde el ratio ideal de endeudamiento hasta consejos sobre qué tipo de documentación presentar. ¡Es como tener un asesor financiero al alcance de tu mano!
A pesar de todo esto, existe cierta preocupación sobre el impacto que tendrá este avance. La IA referencia y cita fuentes, pero es probable que dejemos de visitar esas páginas tan frecuentemente. Y aunque puede ahorrarnos tiempo valioso, también hay un riesgo: nuestra cultura financiera sigue siendo bastante limitada y tendemos a pensar que pagar por asesoría es innecesario.
No obstante, no podemos culpar únicamente a la IA por esta falta de valoración hacia el asesoramiento hipotecario independiente; somos nosotros los que debemos cambiar nuestra mentalidad. Esta transformación trae consigo ventajas indiscutibles: más rapidez y acceso a información relevante. Sin embargo, también plantea interrogantes sobre el futuro del contenido web y cómo será recompensado.
Parece claro que aquellos modelos basados solo en visitas pueden estar destinados al fracaso si no logramos generar ingresos justos para quienes aportamos conocimiento valioso al público. En este camino lleno de incertidumbres y oportunidades nuevas, está claro que algunos modelos económicos desaparecerán mientras otros emergerán con fuerza.