En el corazón de Palma, una muestra única se despliega ante nosotros, un verdadero homenaje al genio catalán que hizo de Mallorca su hogar. Paysage Miró es, sin duda, la exposición más completa del artista que hemos visto en décadas y nos invita a adentrarnos en un universo lleno de color y simbolismo.
Desde este miércoles, los aficionados al arte tienen la oportunidad de explorar 117 obras, muchas de ellas inéditas, y alrededor de 250 objetos y documentos que dan vida a la figura de Miró. La Fundació Pilar i Joan Miró es solo el punto de partida; le siguen la Llotja, el Casal Solleric y Es Baluard, cada uno ofreciendo una perspectiva distinta sobre su vasta obra. Fernando Gómez de la Cuesta, coordinador cultural de Cort y comisario de la exposición, lo dice claro: «hay muchos mirós dentro de Joan Miró». Y es verdad; esta muestra nos lleva más allá del estereotipo habitual que solemos tener.
Una travesía por su mundo creativo
A medida que recorremos las distintas sedes, nos encontramos con historias fascinantes sobre cómo trabajaba el artista. Antònia Maria Perelló, directora de la Fundació, comparte un secreto: para Miró el azar era fundamental en su proceso creativo. La inspiración podía surgirle en cualquier momento; ya fuera por un objeto cotidiano o una imagen fugaz. En esta exposición no solo vemos sus pinturas brillantes; también hay bocetos, cartas y recuerdos compartidos con otros gigantes como Picasso o Duchamp.
En el Casal Solleric, por ejemplo, se destaca cómo Miró convirtió el color en protagonista absoluto hasta que decidió explorar las sombras en su obra. Carmen Fernández Aparicio explica cómo este cambio no fue casualidad sino parte del viaje del artista hacia nuevas dimensiones expresivas.
A través del arte monumental expuesto en La Llotja, Manuel Segade nos cuenta anécdotas sorprendentes sobre las esculturas que parecen cobrar vida entre columnas góticas. Las criaturas imaginativas que creó buscan conectar con nuestra esencia más profunda y reflejan esa sensualidad tan característica en su trabajo.
Finalmente, llegamos a Es Baluard donde se encuentra al Miró más rebelde e innovador. Aquí David Barro revela cómo nunca dejó que el tiempo lo definiera; siempre buscaba formas nuevas para desafiarse a sí mismo y seguir explorando nuevos caminos artísticos incluso cuando era considerado un maestro consagrado.
No cabe duda de que Paysage Miró es una experiencia enriquecedora para todos aquellos que desean conocer mejor a este icónico creador. Así que si tienes unos días libres o simplemente buscas algo diferente para hacer en Palma, ¡no dudes en visitarla!