Este viernes, el Parador de Turismo de Segovia fue testigo de un momento muy especial. Allí, Emilio Morenatti, un fotorreportero zaragozano que ha recorrido el mundo con su cámara, recibió el premio Cirilo Rodríguez de periodismo. Este galardón, que se otorga desde 1984 a quienes cubren la actualidad fuera de nuestras fronteras, destaca la dedicación y valentía de estos corresponsales.
Una carrera marcada por la pasión y el riesgo
Morenatti no es un fotorreportero cualquiera; su trayectoria está adornada con múltiples premios, incluyendo dos Pulitzers y un Ortega y Gasset. Con cada imagen que captura para la agencia Associated Press, nos transporta a los rincones más oscuros del conflicto humano. Su trabajo ha ido mucho más allá de meras fotografías; ha sido capaz de mostrar el dolor y las historias olvidadas en medio del caos.
El jurado del premio valoró especialmente su capacidad para transmitir emociones a través de sus instantáneas. Recordamos las impactantes imágenes que realizó durante el confinamiento por Covid-19 en Barcelona. Aquel esfuerzo por adentrarse en residencias ancianos reveló una realidad desgarradora: cómo esta pandemia afectó profundamente a nuestros mayores.
La carrera de Morenatti despegó tras cubrir el conflicto del islote Perejil entre España y Marruecos en 2002. Desde entonces, ha enfrentado peligros inimaginables; sufrió un breve secuestro por Hamás en Gaza y perdió una pierna debido a un ataque talibán en Afganistán. Pero aquí está, firme como siempre, mostrando al mundo lo que realmente sucede detrás de los titulares.
Este reconocimiento no solo honra a Morenatti; también resalta la importancia del periodismo comprometido en tiempos turbulentos. En sus manos llevamos las historias que no queremos olvidar, esas que deberían estar siempre presentes en nuestra memoria colectiva.