En una charla distendida, Sergi Darder, centrocampista del RCD Mallorca, se siente orgulloso de lo que su equipo ha logrado esta temporada. Con una sonrisa sincera, afirma que han tenido «una oportunidad histórica» para alcanzar la Europa que tanto anhelan. Tras haber marcado dos goles y dado seis asistencias en 40 partidos, el jugador de Artà se muestra «muy contento» con su rendimiento personal y se fija la vista en el futuro.
El futuro brilla con ambición
Darder no se conforma con menos de un top-10 en la próxima Liga. «No podemos quedar más abajo de esa posición. Si nos da para ir a Europa, lo lucharemos», asegura con determinación mientras disfruta de un café en el bar Sa Creu, sede habitual de sus encuentros con amigos. Allí rememora cómo desde los trece años ha compartido momentos con su grupo y cómo esos viernes son sagrados para él.
Reflexionando sobre el final de la temporada, reconoce que aunque podría haber sido mejor, los 48 puntos conseguidos son un motivo para estar orgullosos. Se muestra autocrítico pero esperanzado: «Es verdad que hemos ilusionado a la gente y nosotros mismos durante gran parte del año». Sin embargo, lamenta no haber podido lograr esos puntos extra que les acercarían a Europa.
Aunque ya piensa en las vacaciones —donde planea jugar al golf y disfrutar del tiempo con su familia— confiesa que desconectar del fútbol no es tan fácil cuando tienes hijos pequeños. Aun así, dice haber disfrutado mucho a nivel mental esta temporada y siente que ha crecido como jugador gracias a las experiencias vividas.
Sergi Darder también habla sobre su reciente pasión por el golf y cómo este deporte le ha servido como una forma eficaz de liberar tensiones antes de los partidos. Reconoce que no siempre puede desconectar por completo debido a su compromiso hacia el fútbol, pero está convencido de que tener actividades fuera del campo le ayuda a ser mejor jugador.