La situación de Dominik Greif, el portero del Real Mallorca, se ha vuelto un auténtico rompecabezas. Con contrato hasta 2026, el eslovaco ha hablado abiertamente sobre su complicada renovación. En una entrevista reciente con Dennik Sport, expresó sin tapujos que las charlas con el club han llegado a un punto muerto. «Lamentablemente, las conversaciones para la renovación de mi contrato se han estancado. Llegar a un acuerdo está siendo muy complicado», afirmó, dejando entrever que sus expectativas y las del club están en planetas diferentes.
Una búsqueda de oportunidades
«A mi edad quiero también sacar un provecho económico de todos estos años de esfuerzo», continuó Greif, añadiendo que aunque le encantaría seguir en el Mallorca –donde ya se siente como en casa– la realidad es que la oferta económica actual no le satisface. Es importante recordar que tanto él como Leo Román están entre los jugadores peor remunerados de la plantilla. A pesar de esto, el guardameta muestra respeto por lo que le ofrece el club y espera una cierta comprensión por parte del mismo.
“Si surge una oportunidad mejor para mí este verano espero que estén abiertos”, confiesa Greif, dejando caer la posibilidad de escuchar ofertas externas si estas resultan atractivas. Cuando se le preguntó sobre salir fuera de España, no dudó: «Estoy abierto a todo. Nunca he tenido miedo de probar cosas nuevas; me encantaría adaptarme a un nuevo entorno».
A pesar del interés en nuevos retos, Greif también reconoce lo cómodo que sería quedarse en Mallorca o al menos continuar en La Liga española. Sin embargo, sabe que tiene un año más bajo contrato y asumirá lo que decidan desde arriba: «Soy plenamente consciente de que todavía tengo un año más y debo aceptar lo que venga».