Marga Pizà, la joven líbero de 25 años y orgullo de Mallorca, se encuentra estos días viviendo una experiencia inolvidable con la selección española femenina de voleibol en Tailandia. Imagina por un momento estar allí, donde nuestro equipo vuelve a pisar un Mundial después de 43 años. Un auténtico sueño hecho realidad que quedará grabado en la memoria del deporte femenino en España.
Un partido para recordar
La emoción estaba en el aire mientras España buscaba su primer punto en este Campeonato del Mundo. El enfrentamiento contra Canadá fue una montaña rusa de sensaciones; nuestra selección luchó con uñas y dientes hasta el último instante, pero finalmente cedió ante un rival que demostró ser más fuerte en los momentos decisivos, acabando el duelo 2-3. Pero no todo está perdido: hemos logrado nuestro primer punto y eso es motivo suficiente para sentirnos orgullosos.
A pesar de la derrota, hay esperanza. Este miércoles a las 14:30 hora española, nos espera Bulgaria y será una oportunidad crucial para seguir soñando en este torneo. Las chicas han dado muestras de su increíble potencial y han demostrado que están aquí para dejar huella.
Marga, quien juega actualmente con Tenerife Libby’s La Laguna —donde ha renovado por tercera temporada— sigue creciendo como atleta y afianzándose en los planes del equipo nacional. Su trayectoria es inspiradora, y cada partido es un paso más hacia nuevas metas.