En el mundo frenético de la Fórmula 1, donde las palabras pueden ser tan afiladas como un neumático recién cambiado, pocos se atreven a elogiar abiertamente a un rival. Pero ahí está Toto Wolff, jefe de Mercedes AMG F1, lanzando flores hacia Fred Vasseur, actual ‘team principal’ de Ferrari, en un gesto poco habitual en este ambiente tan político y competitivo.
Un respaldo inesperado
Wolff ha dejado claro que si no estuviera al frente de Mercedes, “sin duda elegiría a Fred”. Y es que no son tiempos fáciles para el ingeniero francés. La prensa no ha dejado de cuestionar su continuidad tras algunas carreras complicadas y él tuvo que ausentarse del Gran Premio de Austria por motivos familiares justo cuando su equipo obtenía resultados destacables con Leclerc y Hamilton en los puestos más altos. Sin embargo, Wolff lo tiene claro: “La F1 necesita tiempo”, refiriéndose a la necesidad de dar espacio para construir un proyecto sólido.
Recordó cómo Jean Todt tardó casi ocho años en llevar a Ferrari al campeonato después de asumir el mando en 1993. Es fácil olvidarlo cuando la presión está sobre los hombros de alguien como Vasseur. “Déjenle espacio, déjenle actuar”, dijo Wolff, apuntando directamente a quienes critican desde las gradas o desde las oficinas del equipo.
A pesar del ruido constante que rodea a Ferrari —como dirigir una selección nacional— Wolff defiende con vehemencia las capacidades de Vasseur: “Es uno de los mejores directores que conozco”. Esta confianza parece ser vital para enfrentar las adversidades que trae consigo el cargo. En Italia, donde cada carrera se vive con una pasión casi religiosa, cualquier tropiezo puede convertirte rápidamente en villano.
No obstante, Toto deja claro que la pasión es parte del juego: “Así es Italia y eso es fantástico”. Pero también avisa que Vasseur necesita aprender a manejar esa presión. Al final del día, lo más importante es tener la confianza necesaria para liderar un equipo que todos sabemos tiene el potencial para volver a estar en la cima.