En una noche cargada de emoción, el Real Zaragoza se proclamó campeón del trofeo ‘Carlos Lapetra’ al vencer al Huesca en una tanda de penaltis que mantuvo a todos al borde del asiento. El partido, disputado en el Ibercaja Estadio, terminó 1-1 tras los noventa minutos, pero la verdadera historia se escribió desde los once metros.
Un derbi lleno de sorpresas
El encuentro comenzó con una sorpresa desagradable para los locales. Juan Sebastián, en un intento por despejar, desvió un centro y metió el balón en su propia portería. ¡Vaya manera de empezar! Sin embargo, la reacción del Zaragoza fue rápida y contundente. Apenas cinco minutos después, Paulino debutaba con un gol que puso las cosas en su sitio tras recibir un buen pase de Guti.
La segunda parte prometía más emociones. Con el Huesca jugando con uno menos tras la expulsión de Aznar por una falta a Guti, muchos pensaban que la victoria era cuestión de tiempo para los zaragocistas. Pero el fútbol es caprichoso y no todo estaba escrito; aunque el Zaragoza dominaba, las oportunidades no se concretaron y ambos equipos tuvieron sus momentos para marcar.
A medida que avanzaban los minutos finales, Soberón y Moya estuvieron cerca de dar la victoria a los locales, pero no lograron acertar. Así llegamos a los penaltis donde la tensión era palpable: Toni Moya marcó primero y luego Guti falló su tiro; pero la defensa del Huesca tampoco tuvo suerte y eso permitió a Zaragoza mantener su ventaja hasta llevarse el trofeo.
Este amistoso sirvió como último test antes del inicio de Liga que nos espera este próximo domingo. Sin duda alguna, un duelo que ha dejado más preguntas que respuestas sobre lo que vendrá esta temporada.