En una tarde que prometía ser histórica, los aficionados del Liverpool desataron una oleada de emoción que incluso hizo temblar la tierra. El título de la Premier League no solo se celebró con cánticos y vítores, sino que, según un estudio reciente de la universidad local, su entusiasmo provocó un pequeño terremoto en la ciudad inglesa. Imagina el momento: el gol de Alexis Mac Allister, ese que puso a los ‘Reds’ por delante 2-1 contra el Tottenham, dio lugar a un movimiento de 1,74 en la escala Richter.
Un fenómeno inexplicable pero real
El profesor Ben Edwards, uno de los responsables del estudio, lo dejó claro: «Los goles del Liverpool y la pasión de sus aficionados provocaron un temblor en la tierra. Su entusiasmo fue suficiente para moverla». Y es que no solo fue Mac Allister; cada grito y cada celebración resonaron con fuerza. El gol de Mohamed Salah, por ejemplo, generó otro movimiento significativo de 1,6 en la escala Richter.
Aunque estos temblores fueron sutiles y apenas perceptibles para quienes estaban en las gradas, dejaron una huella simbólica en Anfield. El doctor Farnaz Kamranzad explicó que «cada ánimo y cada celebración deja una marca debajo de nuestros pies», creando así una especie de legado sísmico de euforia colectiva que perdurará mucho después del pitido final.