Valencia. Carlos Corberán, el técnico del Valencia, no oculta su descontento tras el empate frente al Espanyol. Aunque este resultado les acerca a la salvación, él siente que el equipo ha luchado con todas sus fuerzas y merece mucho más. «Hemos ido desde el principio a por la victoria», comenta con una mezcla de orgullo y frustración. Tras ocho partidos sin perder, es evidente que la situación sigue siendo complicada.
La lucha continúa
Durante el encuentro, Corberán vio a un equipo entregado que dejó todo en el campo ante un rival complicado. «Si alguien mereció ganar, ese fue el Valencia», afirma con determinación. Pero no se detiene ahí; también critica al colegiado Pulido Santana. Al parecer, su designación para este partido era cuestionable por su vinculación con Las Palmas, otro equipo implicado en la lucha por la permanencia.
El ambiente en el vestuario es tenso pero combativo. “La sensación está dividida”, dice Corberán al referirse a la moral del equipo tras recibir un golpe duro la semana pasada. Sin embargo, destaca cómo los 42.000 aficionados en Mestalla apoyaron incondicionalmente al equipo: “Nos hemos vaciado físicamente y hemos estado más cerca de ganar que ellos”. La ambición del grupo sigue intacta; sumar puntos es crucial y cada uno cuenta.
Cerrar esta temporada de manera digna es lo que todos desean: «No se le puede pedir más al equipo», subraya Corberán. La meta ahora es seguir sumando puntos y mantener esa ambición viva hasta el final de la liga. A pesar de las dificultades, cuando un equipo da lo mejor de sí mismo en el campo, no hay nada que reprocharles.