La ilusión está en el aire. El Palmer Basket ha dado el pistoletazo de salida a su pretemporada, y no es cualquier año: ¡es el primero en la Primera FEB! Con Marco Justo al mando, el equipo ha comenzado los entrenamientos esta semana, preparándose para su primer desafío contra el Class Bàsquet Sant Antoni, que se celebrará el 7 de septiembre en el Palau d’Esports de Son Moix, dentro de la Copa AON organizada por la Federación de Baloncesto de les Illes Balears.
Un bloque sólido y nuevas incorporaciones
Antes de que llegue ese esperado día, hay un maratón de trabajo por delante. El club, bajo la presidencia de Vicenç Palmer, ha decidido mantener a cinco jugadores clave que fueron fundamentales para conseguir el ascenso a esta categoría tan competitiva. Hablamos de Alessandro Scariolo, Adrián Chapela, Ander Urdiain, Joan Feliu y Ángel Comendador. Pero no todo queda ahí; han llegado siete caras nuevas que tendrán que adaptarse rápidamente antes del encuentro con Palencia.
Marco Justo comparte sus impresiones sobre este inicio tan prometedor: “Hemos arrancado con la misma intensidad y ganas con las que terminamos la pasada temporada. Queremos disfrutar y hacer disfrutar al público como lo hicimos antes”, afirma con esa pasión característica del deporte.
No podemos olvidar que solo cinco jugadores repiten en la plantilla. “Eso es fundamental para asentar conceptos y hábitos”, señala Justo, quien se siente satisfecho con cómo se ha conformado el equipo: “Es justo lo que queríamos y lo hemos logrado”. Aunque algunos jugadores han volado hacia Estados Unidos, esto no ha desalentado al técnico: “El mercado este verano fue complicado debido a muchas salidas hacia la NCAA. No fue fácil crear un buen roster, pero hemos traído a quienes realmente quieren estar aquí.”
Aunque no jugarán en Palma inicialmente, Justo recuerda su única experiencia previa jugando en Inca: “Ganamos por un punto. Esa adrenalina es difícil de superar”. De hecho, él confía en adaptar bien al equipo ya que ya entrenaron allí anteriormente.
Sobre la campaña de socios, donde casi alcanzan los 1.000 abonados, Marco expresa su optimismo: “Espero ver crecer ese número porque eso significa que hemos generado ese sentimiento Palmer entre nuestra gente. Si seguimos trabajando bien en la cancha, ¡lo lograremos!” Así empieza una nueva aventura llena de promesas e ilusiones para todos los aficionados.