En un ambiente electoral tenso y lleno de incertidumbre, Salvador Nasralla y Nasry Asfura se encuentran en un emocionante empate técnico, tras el recuento del 56,85% de las actas. Ambos candidatos han captado cerca del 40% de los votos, según el último boletín del Consejo Nacional Electoral (CNE) de Honduras.
A la cabeza va Asfura, del Partido Nacional, con 746.708 votos, lo que representa un 39,93%. Justo detrás está Nasralla, por el Partido Liberal, con 745.620 votos, marcando una diferencia irrisoria de apenas mil votos. Esta situación ha generado un aire de expectativa entre los votantes y observadores.
La batalla por Cortés y el clamor popular
Nassralla no ha tardado en proclamarse como “ganador proyectado”, basándose en sus propias estimaciones compartidas a través de redes sociales. Asegura tener una ventaja superior a los 120.000 votos, destacando la importancia del departamento más poblado: Cortés. En su mensaje publicado en X, enfatiza que aún quedan muchas papeletas por contar allí y se siente confiado: “Con las actas que faltan y la distribución real por departamento: NASRALLA es el ganador proyectado”. Así lo expresa mientras señala que prevé obtener más del 60% de apoyo en esa región.
A medida que avanzan los resultados, el tercer lugar lo ocupa Rixi Moncada con unos 358.300 votos. Sin embargo, lo que realmente interesa a muchos es cómo se desarrollará esta lucha entre Nasralla y Asfura, especialmente considerando el contexto marcado por acusaciones de fraude electoral y la influencia externa.
No podemos olvidar que aquí no hay segunda vuelta; quien sume más sufragios será quien ocupe la presidencia en el Palacio José Cecilio del Valle. La campaña ha sido turbulenta; Honduras sigue lidiando con viejas heridas relacionadas con la corrupción y otros temas complejos como el narcotráfico.

